viernes, 23 de noviembre de 2007


Abierta la convocatoria para el DocBsAs 2008

El DocBsAs abre su convocatoria para la presentación de proyectos para el Forum de Producción Documental y de películas para la Muestra Documental.


El Forum de Producción Documental tendrá lugar del 20 al 25 de octubre. Está abierto a realizadores y productores independientes de: Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador. Los mismos deberán contar con un proyecto de largometraje documental. La fecha límite de presentación es el 22 de agosto de 2008.


La Muestra Documental tendrá lugar del 16 al 26 de Octubre en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín y en el Auditorio de la Alianza Francesa. La convocatoria está abierta a películas documentales de autor, provenientes de América Latina y terminadas entre el 2006 y el 2008. La fecha límite de presentación es el 1 de agosto de 2008.


Las bases y ficha de inscripción están disponibles en www.docbsas.com.ar


sábado, 10 de noviembre de 2007

El documental piensa al documental

Por Silvina Rival (Subjetiva.com)





La séptima edición del DocBsAs, que se desarrolló entre el 16 y el 27 de octubre en la Lugones y la Alianza Francesa, reunió algunas de las mejores producciones documentales de la actualidad.


Para los amantes del cine un festival siempre es recibido como una suerte de celebración ante la posibilidad de confrontarnos con material que, de otra manera, nos resultaría inaccesible. Por suerte la aparición de estas muestras, que generalmente sobrepasan la mera exhibición de films -ya que suelen venir de la mano de seminarios, mesas redondas además de la posibilidad de entablar un diálogo con los realizadores-, han ido confirmando su continuidad a lo largo de los últimos diez años. Sin duda, parte de esta aparición se deba a un cambio de perspectiva respecto de las industrias culturales; recordemos la aparición del Bafici, Festival Internacional de Derechos Humanos (hoy ya sin permanencia), Marfici, Pantalla Pinamar, Diversa, etc. Pero más allá de las causas que motivan su existencia, la realidad es que aquí están estos festivales a la espera de un fructífero encuentro con un público deseoso de ser saciado. DocBsAs forma parte de esta emergencia -y permanencia, ya que es su séptima edición- por ver un cine a contrapelo del circuito de exhibición comercial, pero con un agregado que, a mi entender, lo ubica como una muestra privilegiada. DocBsAs, además de ser un espacio de exhibición de films, es una muestra que se compromete con la promoción de la producción documental. De esta manera, se realiza en forma simultánea un foro latinoamericano de cine documental con el objetivo de recibir proyectos de diversas nacionalidades con la promesa de ser emprendimientos cuya realización es viable. Por ello, de los ochenta proyectos presentados, fueron seleccionados catorce, los cuales compiten por diversos premios -la mayoría de ellos trata de dinero en efectivo-, que las instituciones que apoyan la muestra, otorgan (INCAA, Arte France, Jan Vrijman Fund, Escuela Documental Observatorio de Cine, Kodak-Cinecolor, entre otras).

Pero hay otro motivo que permite pensar a DocBsAs como una muestra privilegiada. Su tema es el documental, un género que siempre ha funcionado como un espacio de resistencia frente a la vorágine ficcional. Un modo de representación que permanentemente ha ido socavando su misma constitución en tanto “género”, abriendo así una reflexión respecto de su estatuto, su “diferencia” (en relación a las narrativas de ficción) y, fundamentalmente, alentando a una cavilación respecto del estado del mundo. Porque más allá de todas las divergencias que podemos encontrar entre un documental y otro, hay una pasión que los hermana y es su amor por el referente. Ese algo que se encuentra allí y que indefectiblemente la cámara intentará convertir en imagen.

Pero también hay que señalar que el documental ha puesto en crisis, en los últimos años, a su objeto. De allí seguramente la circulación de lo que la crítica local dio en llamar “documental subjetivo” en referencia a cierta producción que hace un tiempo está en vigencia (Los rubios, Papá Iván, La Televisión y yo, M, Fotografías son algunos ejemplos). Ahora bien, la posibilidad de confrontarnos con material de otras nacionalidades nos da en principio la posibilidad de leer esta producción local desde una perspectiva más amplia y como síntoma de otros cambios que el documental pone de relieve. Y esta es una de las cuestiones que algunos documentales de DocBsAs van a plantear. ¿Cuál es el objeto del documental? ¿Qué aspecto del mundo le interesa registrar? Y eventualmente ¿qué forma parte de la “realidad” y qué está excluido de ella? Evidentemente una de las cuestiones que estos documentales propugnan es que las reflexiones y dubitaciones de quien tiene a su cargo las imágenes, forman parte de ese registro e incluso de esa realidad que está ahí en vías de ser comunicada, pero también interpretada por alguien. Por ello emerge un rasgo, en el material que DocBsAs ha seleccionado, y es que la realidad no solo está compuesta por objetos ajenos a mi sino que el imaginario, las ideas, la manera en que conceptualizamos nuestra identidad por ejemplo, son parte de lo real, y por tanto, dignos de ser registrados por un documental.

Tal vez uno de los realizadores más prominentes que conforman esta muestra, y que mejor ejemplifican lo dicho, sea Harmut Bitomsky, cineasta alemán del cual se presenta una retrospectiva. En El cine y la muerte (1988) es donde mejor se pone en crisis cuál es o debería ser el tema de un documental. ¿Hay algo más paradójico que un documental sobre la ficción? Bitomsky, a través de diversas ficciones que produjo la historia del cine, analiza la forma de representación de la muerte y, así, transforma ese fantasma (la muerte) que está presente en el imaginario, en algo digno de ser documentalizado. El cine y el viento y la fotografía (1991), plantea cierta continuidad de reflexión, puesto que sigue indagando sobre la cuestión de la representación. Estableciendo encuentros y divergencias entre las imágenes (cine, video, fotografía) el film explora la condición misma del documental permitiéndole esbozar al cineasta de qué manera asume al cine. Algo similar sucede con Imágenes de Alemania (1983) en donde el archivo mismo se convierte en el objeto de búsqueda. A Bitomsky no le interesa aquello que está detrás de las imágenes de archivo, no es la Nación sino la imagen que de ella construyen las imágenes, como bien señala el título del film, lo que indaga. De igual manera, en La UFA (1982) la mirada está puesta en los vínculos que un Estado (nazi) entabla con las imágenes que colaboran en su constitución (las que crean los estudios UFA). Y otras de las cuestiones que Bitomsky logra ejemplarmente es la construcción de un discurso que trascienda la mera observación o la mera enumeración de sucesos sociopolíticos. Es decir, hacer hablar a los objetos de otra manera para develar otro perfil sobre lo familiar. Esto sucede tanto en Autopistas del Reich (1986), El complejo Volkswagen (1989) e incluso en B-52 (2001). ¿Qué más puede filmar Bitomsky, cuál es el límite del documental? Con Polvo (2007) su último film presentado en el Festival de Venecia, el cineasta da cuenta de que ese límite se ha corrido para el documental puesto que como él mismo señala “el polvo es el sujeto más pequeño sobre el cual pueda tratar un film”. (...)

Ver nota completa: http://www.subjetiva.com.ar/subjetiva/view_article.php?id=1514

sábado, 3 de noviembre de 2007

Cao Guimarães: un cine en tránsito


Auspicia

Cao Guimarães: un cine en tránsito
Cinco films inéditos en Argentina en la Sala Leopoldo Lugones (en su 40º aniversario)

Organizado por
Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, en colaboración con la Muestra Euroamericana de Cine, Video y Arte Digital (MEACVAD)

10 y 11 de Noviembre

Como cierre de sus presentaciones en el MEACVAD, se exhibirán cinco largometrajes inéditos en Argentina de este notable artista visual y documentalista brasileño, cuya obra integra las colecciones públicas de la Foundation Cartier pour L’art contemporaine, Tate Modern, Walter Art Center, Guggenheim Museum y el Museo de Arte de San Pablo, entre otras instituciones de primer nivel internacional. Su último largometraje, Andarilho, acaba de exhibirse en la Mostra de Venecia 2007.


Doc: expressão e tranformação,
por Cao Guimarães (extracto)

“La percepción de los acontecimientos reales estará siempre íntimamente relacionada a lo imaginario. Ninguna mirada está exenta de sí cuando mira hacia el exterior. Veo, y al ver, también me veo. (…) El cine de lo real es el arte de este encuentro; un encuentro con lo que uno ya imaginaba pero que sin embargo se revela de otra forma. En esta revelación, en este sobresalto, somos convocados ante un espejo que nos muestra un rostro diferente. Toda la realidad es la extensión de uno mismo, y uno es la extensión de la realidad.
El hecho de mirar el mundo a través de un aparato óptico a través del que se encuadra la realidad, ya posee en sí una dimensión subjetiva muy fuerte. Es imposible separar el documental de la subjetividad. Es ontológicamente imposible. Cuando se planifica una película, se elige un tema, de alguna manera se comienza un proceso de múltiples recortes que van de lo macro a lo micro, del todo a las partes. (…) Lo importante es no perder este lugar de vista; lugar que, en realidad, es un flujo donde las cosas se confunden, se vacían de sí y se revelan distintas por algunos momentos. Este lugar es el lugar de la cámara puesta delante de alguien o algo. Este lugar es un momento, uno de los muchos momentos mágicos del proceso cinematografico"



Programa

Sábado 10:

Calle de doble sentido (Rua de Mão Dupla; Brasil, 2002)
Dirección: Cao Guimarães.
Un grupo de personas absolutamente desconocidas entre sí intercambian sus hogares por un plazo de 24 horas. Cada uno lleva consigo una cámara de video, con libertad absoluta para registrar lo que deseen en la casa del extraño. Así, cada participante de esta experiencia intentará obtener una imagen mental de ese “otro” a partir de sus objetos personales y su universo domiciliario. El mirar y el ser mirado se funden con presencias ausentes y ausencias presentes.
A las 14.30 horas (75’; DVCam)

El alma del hueso (A Alma do Osso; Brasil; 2004)
Dirección: Cao Guimarães.
El alma del hueso va revelando, gradualmente, la solitaria existencia de Dominguinhos, un ermitaño de 72 años que vive dentro de una cueva en una montaña. Compuesto de largos silencios, testigo de las actividades diarias de su protagonista, como cocinar y limpiar, el film también acerca imágenes que trascienden su territorio. Hacia el final del recorrido descubrimos que el silencio es el compañero inseparable del ermitaño, el modo normal del paso del tiempo. De esa forma, el habla se transforma en un estado de excepción.
A las 17 horas (74'; DVCam)


Vagabundo (Andarilho; Brasil, 2007)
Dirección: Cao Guimarães.
En algún lugar entre las ciudades de Montes Claros y Pedra Azul, en el noreste del estado de Minas Gerais, tres vagabundos solitarios siguen sus diferentes caminos, estableciendo relaciones muy personales con los elementos de ese mundo transitorio. Enfatizando las conexiones entre el caminar y el pensar, a través del constante movimiento de imágenes y sonidos efímeros, el film ofrece una reflexión acerca de la vida como lugar de simple tránsito. Vagabundo es el segundo largometraje de la Trilogía de la Soledad, luego de El alma del hueso. Film de apertura de la XXVII de la Bienal de San Pablo y selección oficial de la Mostra de Venecia 2007.
A las 19.30 horas (80’; DVCam.).

Accidente (Acidente; Brasil; 2006)
Dirección: Cao Guimarães y Pablo Lobato.
Un poema compuesto por veinte nombres de pueblos y ciudades de Minas Gerais conforma el cuerpo rítmico de este film que se abre a lo imprevisto y a la improvisación. Instigado por los nombres de esos lugares, el equipo de rodaje los visita, uno por uno, en una sola oportunidad. Accidente está construida a partir de dos niveles narrativos, en un movimiento de inmersión y sumersión: uno está formado por la historia del poema, el otro por los eventos comunes que ocurren delante de la cámara, revelando así lo accidental e impredecible de la vida.
A las 22 horas (72'; DVCam)

Domingo 11:

El fin de lo sin fin (O Fim do Sem Fim; Brasil, 2001)
Dirección: Cao Guimarães, Beto Magalhães y Lucas Bambozzi.
Rodado en diez estados brasileños, El fin de lo sin fin se centra en la desaparición de ciertos trabajos y oficios y se propone como una inmersión en la creatividad y resistencia de un grupo de hombres enfrentados a los cambios tecnológicos y culturales. Privilegiando ciertos aspectos ligados a la vida diaria de sus protagonistas, el film descubre existencias veladas, oficios atávicos y prácticas anacrónicas que terminan componiendo el posible retrato de un pueblo.
A las 14.30 horas (92’; DVCam)

Accidente (Acidente; Brasil; 2006)
Dirección: Cao Guimarães y Pablo Lobato.
A las 17 horas (72'; DVCam)

El alma del hueso (A Alma do Osso; Brasil; 2004)
Dirección: Cao Guimarães.
A las 19.30 horas (74'; DVCam)

Vagabundo (Andarilho; Brasil, 2007)
Dirección: Cao Guimarães.
A las 22 horas (80’; DVCam)

viernes, 2 de noviembre de 2007

Pag 12.Cine: Los ganadores del festival “docbsas” 2007

Un empujón económico para que el documental no sea rareza

Por Oscar Ranzani

El encuentro entregó ocho premios a trabajos de la Argentina, Colombia, Chile, Paraguay, Perú y Ecuador, con una dinámica de trabajo que permitió el cruce de los directores con representantes de productoras televisivas de todo el mundo, abriendo puertas a obras muchas veces condenadas a un circuito reducido.


http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-8151-2007-11-02.html


Todos los galardones


Los documentales de Hartmut Bitomsky - La lucha con la realidad

por Eduardo Russo


Durante las últimas cuatro décadas, Hartmut Bitomsky ha desplegado una múltiple labor en el terreno del documental. Como director, productor, escritor y docente -fue editor de la influyente revista alemana Filmkritik, posteriormente decano de la Escuela de Cine y Video del California Institute of the Arts, y actual director de la Deustche Deutsche Film- und Fernsehakademie Berlin (DFFB)- los elementos de esta tarea diversa se conjugan con su producción.

En Imágenes de Alemania Bitomsky se revela como experto analista de archivos, componiendo con más de treinta Kulturfilme -cortometrajes de propaganda nazi realizados entre 1933 y 1945- un demoledor estudio sobre el poder de las imágenes en el régimen, y sobre la función enmascaradora de lo mostrado en pantalla. El trabajo de montaje y comentario se extiende sobre las imágenes de mundos felices, trabajadores sin conflictos en una sociedad armoniosa y todo futuro, dejando fuera de campo un terror creciente, desbordante de toda representación. Basta confrontar con las fechas para advertir lo oculto tras las pantallas (aquí, más que nunca, máscaras) y no tarda en aparecer el escalofrío.

Autopista del Reich y El complejo Volkswagen son, tanto como sus referentes, films complementarios. “Donde termina Alemania comienzan los baches”, señaló alguna vez Hitler, como indicando que su entramado marcaba las dimensiones de una utopía de espacio vital compuesto por cintas de cemento armado y surcado por motores veloces. La red de Autobahns planificada por el nazismo como respuesta a la crisis de empleo a mediados de los años treinta, y una Alemania motorizada por automóviles populares y omnipresentes, que a la larga serían casi un sinónimo de la técnica germana sobre ruedas, son examinados analíticamente, confrontando pasado y presente, reflexionando sobre la técnica y su imagen. Haciendo jugar imágenes de archivo y registro actual, entrevistas y observación, la mirada de Bitomsky se instala por momentos en una contemplación meditativa de la tecnología y sus efectos, o desmenuza los pormenores de la ideología implicada en invenciones y su impacto en la vida (la alemana en primer término, pero en extensión, la moderna en su conjunto).

En El cine y la muerte, El cine, el viento y la fotografía, y La UFA, el cineasta confronta distintas imágenes técnicas en busca de una verdad del documental que es también, en sentido ampliado, propia del cine y las imágenes en general. Entrando en escena, acompañado por colaboradores estudiantes, films y lecturas, Bitomsky desarrolla sus ideas sobre nuestra relación con las imágenes, la memoria y la fantasía, la vida y la muerte. De uno a otro documental, va diseñando y haciendo más complejo un dispositivo que incorpora su presencia en pantalla, fotografías, imagen cinematográfica, videotape y monitoreo electrónico de lo que ocurre en rodaje entre los documentos, los sujetos delante o detrás de la cámara, haciendo de la performance de cuerpos, objetos y máquinas de imágenes un aconteciento en busca de una verdad escurridiza.

En cuanto a la cámara, en lugar del registro y sus connotaciones policiales o de vigilancia, Bitomsky prefiere referir la aceptación de aquello dado a ver. En lugar de la revelación, con sus connotaciones religiosas, prefiere concentrarse en la vinculación entre visto y no visto, en cómo cada encuadre define tanto una porción de espacio visible como oculta otra invisible con la que está estrechamente conectada. “Veo al cine –indica- como el exilio de la realidad, el hogar distante de la verdad”.

A lo largo de sus films Bitomsky deja en claro que la mirada del cine es algo muy distinto a la visión de reconocimiento propia de la máquina. En B-52 atraviesa la segunda mitad del siglo veinte centrándose en el bombardero nuclear que fue todo un emblema del poderío norteamericano durante ese lapso. Alternando imágenes propias y de archivo, el cineasta reconstruye el imaginario de toda una era, y asiste al arte de la técnica, tanto como a la técnica vista por el arte, en un estado que no excluye el asombro ni el temblor ante el poder de los artefactos, la seducción y la intimidación que comporta su presencia, y la forma en que han moldeado el mundo en el que riesgosamente -por ellos, a pesar de ellos- seguimos viviendo. En algún pasaje de El cine, el viento y la fotografía Bitomsky define la relación del documentalista con la realidad como una lucha tan cuerpo a cuerpo como las confrontaciones del hombre con la naturaleza que solía filmar Robert Flaherty. Sus films, uno tras otro, tanto en sus semejanzas como sus diferencias, son intensas y certeras descripciones de ese permanente combate.